No estás solo. Todos hemos querido pasear las calles de un París de película, con esa banda sonora de acordeón y un croissant siempre en la mano. Si quieres vivir esta experiencia, el barrio de la Ópera es tu escenario perfecto. Este barrio resume esa imagen colectiva que el mundo tiene sobre la capital francesa, como un microcosmos de la elegancia y el esplendor parisino.
El distrito recibe su nombre por albergar la imponente Ópera Garnier, una joya arquitectónica del siglo XIX, que se erige con su fachada opulenta y su interior adornado con mármol, oro y terciopelos. No solo es un templo para las artes escénicas, sino también un testamento del gusto por lo grandioso y lo estético que caracteriza a París. Alrededor de este emblema, se extiende una red de calles y bulevares en las que podrás encontrar las tiendas más exclusivas, los restaurantes más deliciosos y los hoteles más auténticos, como Pulitzer París.
A solo unos pasos de esta maravillosa extravagancia operística, te toparás con la iglesia de la Madeleine, que, con su apariencia de templo griego, parece haberse perdido en el tiempo y el espacio. ¿Una iglesia o una reliquia de la Acrópolis?
En este vecindario, incluso la comida es alta costura. La Place de la Madeleine es la pasarela de las delicatessen, donde tiendas gourmet como Fauchon y Hédiard compiten en el arte del sabor. El barrio de la Ópera y la Madeleine reivindican así el espíritu de París, un lugar donde la historia, la arquitectura, el arte y el buen vivir conviven en armonía. Hoy te contamos diez curiosidades que a lo mejor no conocías y que te darán más ganas de recorrer sus calles.
1. Un palacio para la música
La Ópera Garnier, diseñada por Charles Garnier, no es solo un teatro; es un palacio para la música y la danza. ¿Sabías que tiene un lago subterráneo? Fue creado para solucionar problemas de aguas subterráneas durante su construcción y dicen que inspiró el "Fantasma de la Ópera".
2. Un templo del gourmet
En el corazón del barrio, las Galeries Lafayette Gourmet te esperan con delicias de todo el mundo. Un templo culinario donde puedes degustar desde el chocolate más exquisito hasta el queso más aromático.
3. Una estatua con mala suerte
¡Cuidado! Se dice que la estatua ecuestre de Juana de Arco en la Place des Pyramides trae mala suerte a los actores y es normal que eviten mirarla cuando van hacia la Ópera.
4. ¿La Madeleine: una Iglesia o un templo griego?
Con su arquitectura neoclásica, inspirada en los templos griegos, desafía las expectativas tradicionales de un edificio eclesiástico. No solo es un lugar de culto, sino también sirve como escenario de prestigiosos conciertos de música clásica. Originalmente fue diseñada para ser un templo dedicado a la gloria del ejército de Napoleón.
5. Compra un perfume al estilo María Antonieta
En la Rue de la Paix, encontrarás la perfumería M.Micallef, donde se dice que los perfumistas todavía usan técnicas de los tiempos de María Antonieta.
6. Secretos subterráneos
Bajo las calles del barrio, se encuentra el Musée des Égouts, el museo de alcantarillado de París. Aquí puedes explorar los túneles que han mantenido la ciudad limpia durante siglos.
7. La arquitectura de un sueño
La Place Vendôme, conocida por sus tiendas de lujo y su impresionante columna, fue diseñada como un monumento al poder de Luis XIV. El Rey Sol quería un lugar que reflejara su grandeza, y vaya si lo logró.
8. Un oasis verde
En medio de la jungla de cemento, el Jardín de las Tullerías ofrece un respiro de la vida urbana. Fue el primer jardín público de París y, aún hoy, sus estanques y esculturas son un oasis de paz.
9. El secreto de la vanidad
En la Place de la Madeleine, encontrarás la Maison Guerlain, una de las perfumerías más antiguas del mundo. Cuentan que aquí se creó el primer lápiz labial, cambiando la industria de la belleza para siempre.
10. Fantasmas de la Ópera
Además del famoso "Fantasma de la Ópera", se rumorea que la Ópera Garnier está habitada por varios fantasmas, incluyendo el de Garnier. Dicen que su espíritu aún ronda asegurándose de que su obra maestra se mantenga perfecta.